Fisioterapia para embarazadas
Durante las 40 semanas que dura de media un embarazo, el cuerpo de la mujer sufre grandes cambios, tanto físicos como psicológicos. Tu cuerpo se prepara para crear una nueva vida y durante todo este tiempo, es posible que además de los síntomas habituales como náuseas, cambios en el estado de ánimo, molestias abdominales o sensibilidad a los olores, pueda aparecer algunas molestias musculares, especialmente si te encuentras en el tercer trimestre, cuando más tiende a aparecer el dolor lumbar y la temida ciática.
La fisioterapia para embarazadas ha dado un salto cualitativo en la última década. Atrás quedó la idea de que la futura madre debe resignarse al dolor o hinchazón de piernas. Hoy día contamos con una gran variedad de ejercicios terapéuticos y educación postural que acompañan a la mujer desde las primeras semanas de gestación hasta el posparto. Todos estos ejercicios son completamente seguros tanto para la mamá como para el bebé. La fisioterapia puede convertirse en una aliada clave durante el embarazo.
Beneficios de la fisioterapia para embarazadas
En un embarazo sin contraindicaciones médicas, la actividad física moderada es segura y recomendable. Un fisioterapeuta especializado adaptará las pautas a cada fase de la gestación, teniendo en cuenta los cambios hormonales y biomecánicos propios de dicha etapa. Si aún no conoces los beneficios de la fisioterapia para embarazadas, a continuación te los contamos.
Alivio del dolor musculoesquelético
Casi el 70% de las gestantes sufre lumbalgia o dolor pélvico. La laxitud ligamentosa sobrecarga la zona lumbar y las caderas. Para reducir el dolor, recomendamos programas que combinen movilizaciones artículares suaves, ejercicios de fortalecimiento y técnicas de liberación.
Salud cardiovascular y control metabólico
El ejercicio supervisado mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la incidencia de diabetes gestacional. Las gestantes que realizan ejercicio físico moderado presentan niveles de glucemia inferiores, ganan menos peso durante el embarazos y reducen el riesgo de macrosomía fetal. Además, la actividad física moderada mantiene la presión arterial dentro de rangos saludables y mejora la variabilidad cardiaca.
Calidad del sueño
La combinación de ejercicio aeróbico y fuerza aumenta la liberación de endorfinas y serotonina, claves para mitigar la ansiedad y depresión prenatal. En diversos estudios se ha detectado que el ejercicio moderado mejora hasta un 30% los episodios de insomnio y mejora la estabilidad emocional.
Preparación al parto
En el tercer trimestre, el foco pasa a la movilidad pélvica, las posturas de dilatación y el pujo protector del suelo pélvico. Entrenar sentadillas o balanceos en fitball aumenta la elasticidad de los tejidos y puede acortar la fase de expulsivo, reduciendo así la probabilidad de una episiotomía y desgarros severos.
Recomendaciones prácticas
Valoración individual previa
En esta fase nuestro fisioterapeuta ajustará el plan de acuerdo con el nivel de actividad previo, la ganancia ponderal y la sintomatología.
Progresión por trimestres
Nuestro equipo analizará de forma personalizada la conciencia corporal, la vitalidad y movilidad de la paciente, se regularizarán cargas, posiciones, etc.
Señales de alarma
Si se producen señales de alarma como sangrado vaginal, mareo súbito, disnea intensa o contracciones dolorosas rítmicas, se detendrá la sesión y se recomendará consultar al obstetra.
Educación para la vida diaria
Durante la fase de educación para la vida diaria, nuestro equipo te proporcionará pautas para poder realizar tus actividades cotidianas de forma segura, sin sobrecargar la columna u otras zonas del cuerpo.
Posparto inmediato
Sabemos que cuando una mujer da a luz, lo que menos ganas puede tener es de realizar actividad física. No obstante, recomendamos realizar ejercicio moderado en las primeras 48 horas si no existe contraindicación médica. En el caso de las césareas, debe ser el obstetra el que indique el tiempo que debe transcurrir antes de retomar dicha actividad.
Activar el transverso abdominal y practicar respiración diafragmática favorece la involución uterina y el drenaje linfático. Recomendamos que se revise el suelo pélvico una vez pasados 6 meses desde el parto.
La fisioterapia para embarazadas es mucho más que un recurso para aliviar molestias puntuales. Es una herramienta de salud integral que mejora la calidad de vida de la gestante, favorece un parto más funcional y sienta las bases de la recuperación posparto. Si estás embarazada y no existen contraindicaciones, te recomendamos que contactes con nuestro equipo de fisioterapia y comienza a disfrutar de esta etapa irrepetible.