Alimentos a evitar para SIBO
El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) es mucho más que gases y barriga hinchada. Se trata de una alteración de la microbiota intestinal que a través de procesos de fermentación produce un exceso de gas y provoca dolor abdominal, distensión, diarrea o estreñimiento e incluso déficits nutricionales. A pesar de que el tratamiento antibiótico sigue siendo el protocolo a seguir en primera instancia, la evidencia más reciente subraya que la alimentación, bien pautada y supervisada, puede reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
En Centro Equilátera, contamos con un equipo de nutricionistas que aplica pautas de forma individualizada. A continuación, te ofrecemos una guía práctica de los principales alimentos a evitar tras un diagnóstico de SIBO positivo y el porqué de cada restricción.
¿Por qué importa lo que comes?
Las bacterias que habitan en nuestro intestino se alimentan sobre todo de hidratos de carbono fermentables. En un contexto de SIBO estas bacterias crecen de forma descontrolada. Si reducimos su “combustible”, conseguiremos dos objetivos: menor producción de gas y restauración del equilibrio del microbioma intestinal.
Diversos estudios han demostrado que una dieta baja en FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) disminuye el dolor, la distensión abdominal y la diarrea en un periodo máximo de 6 meses en el 70% de los pacientes.
Los grandes grupos vetados
Fructanos o Fructooligosacáridos (FOS): Los contienen alimentos como el trigo, el centeno, la cebada y algunas frutas y verduras.
Galactanos o Galactooligosacáridos (GOS): Presentes en legumbres.
Lactosa: Presente en leche y lácteos en diferentes concentraciones (yogures, quesos, helados cremosos…) y productos procesados (revisar el etiquetado nutricional).
Exceso de Fructosa: Nos referimos a alimentos que contienen mayor proporción de fructosa que de glucosa (en estos casos el exceso de fructosa no se absorbe bien). Miel, siropes, frutas, algunas verduras, vermut, vinos dulces y ron.
Polioles: Presentes en frutas de hueso, setas, coliflor y ciertos edulcorantes como el maltitol (E-965) o el sorbitol (E-420).
Estrategia en dos fases: restricción y reintroducción
Fase restrictiva
Esta fase tiene una duración estimada de 4 a 6 semanas (el tratamiento debe individualizarse y puede en algunos casos prolongarse a 8 semanas). Se eliminan los alimentos mencionados anteriormente y se priorizan carnes magras, pescados, huevos, verduras de bajo FODMAP, frutas bajas en fructosa y cereales bajos en FOS. Se evalúa la necesidad de suplementación al ser una dieta restrictiva.
Fase de reintroducción
Para evitar déficits nutricionales y recuperar la normalidad en cuando a la alimentación se van introduciendo los alimentos prohibididos en pequeñas cantidades de forma protocolarizada y se monitoriza la respuesta con un diario de síntomas. De esta forma, analizamos los umbrales de tolerancia y adaptamos la dieta.
En Centro Equilátera contamos con un nutricionista que podrá darte las pautas necesarias totalmente personalizadas para recuperarte del SIBO. Contacta con nuestro equipo.